VENIMOS DEL FUEGO, una novela de Sergio Bang sobre el papel de las librerías y la literatura como motor de cambio personal y social

Editorial Plaza & Janés. 360 páginas Tapa blanda con solapas: 20,90 Electrónico: 8,99€ «Prohibir un libro no es solo quitarlo de una estantería: es silenciar voces, negar debates y mutilar el pensamiento.» VENIMOS DEL FUEGO es una novela de Sergio Bang sobre el papel de las librerías durante los últimos días de la dictadura de Franco y sobre la literatura como motor de cambio personal y social. Tambiés es una historia de diversidad y lucha, donde los libros son refugio y un arma poderosa para transformar el mundo. SERGIO BANG, LIBRERO Y AUTOR, SOBRE LA CENSURA EN 2025 Madrid, 1975. La dictadura de Franco está en sus úl­timos días y en las calles la tensión resulta difícil de contener. Durante una manifestación estudiantil, la li­brería de Alma es atacada y consumida por las llamas. Confundida con una manifestante, Alma es deteni­da por Juárez, un policía al servicio de la maquinaria represora del régimen. En su camino se cruzará con Alejandro y Alicia, estudiantes rebeldes, y se les uni­rán Mario, un fotógrafo internacional que documenta el final del franquismo, y Nando y Luisa, libreros de mundos opuestos pero unidos por un mismo deseo de justicia y libertad. En un país cargado de incerti­dumbre, donde el cambio parece inevitable, este gru­po de amigos sellará uno de esos compromisos que solo pueden forjarse en los momentos más oscuros En los últimos años, en Estados Unidos, la censura de libros en bibliotecas y escuelas ha crecido con un entusiasmo preocupante. Poco a poco han ido desapareciendo, ocultando o prohibiendo las obras de autores y autoras que abordan, entre otras cosas, la identidad, la diversidad o la memoria histórica con la excusa paternalista de tutelar a sus ciudada­nos. Pero, en realidad, lo que sucede es que se les priva de herramientas para comprender el mundo, el lugar que ocupan en él y entender quiénes son los demás y generar empatía. Como librero en un país que sufrió el ocaso del pensamiento crítico durante los 40 años de la dictadura de Franco —con el retraso social, cultural y científico que tantas décadas nos ha costado remontar—, veo con temor esta ola de prohibiciones promovida por unos dirigentes cada vez más empoderados en la barbarie. Es una estrategia deliberada para moldear ciudadanos ignorantes. Se borran aquellos li­bros que cuestionan lo establecido, que confrontan el pasado salvaje o ponen en duda la diversidad del ser humano, porque un pueblo que ignora sus opciones es más fácil de gobernar. Venimos del fuego se desarrolla en un momento en el que la censura en España ya había cumplido su objetivo: libreros y libreras perseguidos, libros prohibidos, librerías atacadas y un país atolondrado en el que surgió la resistencia valerosa de quienes defendieron la cultura como forma de cambiar el mundo. Si despojas a las nuevas generaciones de relatos que permiten otros horizontes, les ador­meces, les arrebatas la posibilidad de imaginar un mundo diferente en el que se pueda decidir cómo vivir más allá de los límites impuestos por el poder. Prohibir un libro no es solo quitarlo de una estantería: es silenciar voces, negar debates y mutilar el pensamiento. Pero, no lo olvidemos, que también es el origen de una resisten­cia. Ciudadanos que defenderán el derecho a formarse y transformar el mundo a través de los libros, oponiéndose con todas sus fuerzas a quienes los prefieren dóciles y estúpidos. La problemática trans antes de la Transición: Representado en el personaje de Alma, que ha heredado la librería familiar y la ha convertido en un refugio de libros prohibi­dos por la censura. Su padre, un alto cargo del ejército, la repudia por ser transexual. A pesar de la dictadura, Alma arriesga su vida para proteger el conocimiento y luchar por la libertad. La búsqueda de la identidad como forma de libertad: Representado en el personaje de Mario, que ha huido de los prejuicios de su familia, a la que oculta su sexualidad. Llega a España para trabajar y ser él mismo, pese a tener que esconderse del régimen. La protesta estudiantil en esos meses convulsos: Representada en el personaje de Alejandro, universitario rebelde, es detenido en la protesta estudiantil en la que se que­ma la librería de Alma. Los dos coinciden en el calabozo, más adelante volverán a en­contrarse y su camino no volverá a separarse. La literatura que todavía se considera prohibida y cómo se distribuye al final de la dictadura: Representado en los personajes de Luisa y Nando, libreros, ellos también atesoran literatura prohibida en sus librerías, convirtiéndolas en rincones de resisten­cia para la libertad y la diversidad. Serán un gran apoyo para Alma Sobre el autor SERGIO BANG (Madrid, 1976) es librero y gestor cultural. Durante más de una década trabajó en el sector de la comunicación institucional, pero su amor por los libros y el arte lo llevó a emprender un nuevo camino. Desde 2014 dirige Grant Librería, un espacio literario situado en el corazón de Madrid, y Swinton Gallery, una galería de arte centrada en nuevas formas de expresión artística. Su trayectoria refleja su habilidad para percibir lo asombroso y su deseo de crear ámbitos que conecten a las personas con la cultura.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Rafael Guzmán desvela los hábitos para ralentizar el tiempo y ganar calidad de vida en CÓMO LLEGAR JOVEN A VIEJO

EL DISFRAZ DEL MIEDO, un thriller psicológico de Trinidad Fuentes, criminóloga especializada en psicología criminal

Luis Mario, un escritor joven, explosivo y con un futuro muy prometedor, presenta CALABOBOS, una historia empapada de lluvia y de mar que te arrastra como una marea